Tras llegar al centro nos dedicamos a callejear por todo la ciudad. Pronto descubrimos una plaza central llena de vida, de terrazas y puestos de frutas. Realmente nos sorprendió la ciudad ya que no esperábamos mucho de ella, pero recientemente había sido la capital europea de la cultura y se habían puesto las pilas. Todas las casas estaban restauradas, había muchísimos nuevos edificios de arquitectos famosos.
Durante el recorrido nos pillaron haciendo una foto con flash, cosas que no se podía y llego un señor que nos dijo algo en austriaco, que ni le comprendimos. Nos hizo que le siguiéramos y resulta que era para ponernos un casco medieval. Nosotros pensando que nos iban a echar. Coge el tío y nos puso un casco de la edad media con el que nos hicimos una foto cada uno. Pesaba una barbaridad.
Tras darnos un paseo largo, entramos a visitar la armería de Graz. ¡La cantidad de armas que había! El museo tenía unas cinco plantas repletas de lanzas, espadas, cascos, armaduras, escudos, flechas, cañones, de todo. Unas 40000 armas.
Durante el recorrido nos pillaron haciendo una foto con flash, cosas que no se podía y llego un señor que nos dijo algo en austriaco, que ni le comprendimos. Nos hizo que le siguiéramos y resulta que era para ponernos un casco medieval. Nosotros pensando que nos iban a echar. Coge el tío y nos puso un casco de la edad media con el que nos hicimos una foto cada uno. Pesaba una barbaridad.
Después de tan graciosa situación terminamos de ver lo que nos quedaba y nos fuimos a seguir visitando la ciudad. Pronto descubrimos algo sorprendente. Una cafetería que habían hecho en medio del río. Y decidimos hacer un descanso allí.
La localización era muy curiosa. Además era un río de aguas bastante movidas. El agua casi pasaba por encima de los cristales y los salpicaba. Un edificio que no sabemos si con alguna crecida habrá desaparecido.
También vimos el edifico de arte moderno del arquitecto Hook.Una especie de huevo que contiene las salas de exposición. En la cubierta le salen como si de unos ventrículos de corazón cortados que servían de iluminación al interior.
Tras una mañana tan movida y haber comido nuestro bocadillo típico de atún. Decidimos descansar a las orillas del rió hasta que nuestro tren partiera hacia Viena de nuevo.
A la vuelta los paisajes verdes de Austria nos seguían sorprendiendo. Pronto llegamos al albergue molidos por el día de 4 horas de viaje, más la visita. Tras habernos duchado y cenado decidimos salir a dar una vuelta por una zona de bares por el centro. Aunque yo estaba cansado al principio de la noche al final nos animamos y fue una noche muy chula porque hicimos muchos amigos. Conocimos a un chico de Zaragoza que había estado en un campo de trabajo en Polonia y estaban visitando Viena. También conocimos a gente de Viena.
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http://viajedemochila.blogspot.com/2008/09/dia-21-viena-el-palacio-de-schonbrunn.html
Alvaro:
ResponderEliminarAustria,que pais tan maravilloso,me ha gustado mucho lo que nos muestras de Craz.También he observado que os lo pasais genial,después de vuestros recorridos turisticos.Esta muy bién conocer gente nueva y de diferente cultura.
Sigue con tus aventuras...lo del casco es muy divertido.Con cariño tu tia Olga