lunes, 26 de mayo de 2008

10 Día Amsterdam - Alkmaar - La Haya


Tras nuestra llegada tan accidentada a Amsterdam vimos al día siguiente que las cosas que parecían tan malas no eran. El barrio rojo en verdad es un barrio normal por el día. Los escaparates son como panaderías. La gente pase con carros de niños sin escandalizarse, tienes una panadería, un supermercado, un bar, un sexshop, una farmacia,...como otra tienda cualquiera. Realmente es lo que más nos llamo la atención.


La feria del queso de Alkmaar
Nos habíamos enterado que los viernes en un pueblo al norte Holanda llamado Alkmaar. Había feria del queso. Así que nos dirigimos al norte. Es maravilloso ver los campos verdes, con sus canales para drenar agua. Parece increíble. Aunque una de las cosas más bellas de holanda debe ser ver los tulipanes. Pero claro florecen a mediados de mayo. Seguramente merezca la pena venir en esas fechas a holanda simplemente para ver ese espectáculo.

Hay que ir pronto para pillar sitio ya que va mucha gente, aunque no turistas, van más gente del entorno a hacer sus compras,...es una tradición que se mantiene...con los métodos de antaño. Es curioso ver esos quesos gigantes y redondos que pesan hasta más de quince kilogramos. Lógicamente compramos un queso, aunque sea pequeño. Cosa que se degusta con muchisimo gusto. Nosotros lo hicimos en el tren que nos llevo más tarde a La Haya.




La Haya


Es una ciudad bastante amable, habrá gente que no le diga nada, pero el barrio de las embajadas tiene un carácter de tranquilidad que se transmite. Lo malo de la Haya es que a partir de las tres de la tarde esta todo cerrado y claro esta todo lo vimos desde fuera. No hay que dejar de visitar el Parlamento internacional de la La Haya que juzga genocidios, crímenes de guerra y contra la humanidad.







Tras pasearnos por las ciudades holandesa ahora nos tocaba introducirnos en la capital. Y que mejor manera que con la vida nocturna. Quedamos con una amiga mía que estaba en la capital en una casa de unos holandeses. Aquello nos permitio descubrir la Amsterdam menos turística. Quedamos a cenar con ella y sus amigos holandeses. Claro esta todos eran rubios, ojos azules y nos sacaban dos cabezas alguno. La gente muy abierta de mentalidad y sociables, rápidamente nos hicimos amigos a través de una cena en un tailandes y unas buenas cervezas holandesas. Tras contar ya nuestras historias que habían pasado días atrás, nos reíamos ahora de ellas. Después de cenar nos llevaron a un bar universitario....todos eran muy altos. Debe ser por la lluvia...Además nos dieron una vuelta por el barrio rojo que había mucho ambiente de fiesta. Muchisima gente. Nos explicaron que querían cambiar aquello porque el barrio rojo y el coffe shop eran principalmente para turistas. También nos enseñaron el chueca de amsterdam que aquello era gigante... Nos llevábamos una mala impresión de aquella ciudad porque nos parecía una ciudad sin ley y sin orden...




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