Día 8 copenague y el castillo de Fredericksborg

Tras a una semana tan movida de varios kilómetros y ritmo la segunda empezó más tranquila. Por la mañana la dedicamos a ir a una ciudad al norte de Copenhague, que está a una media hora en tren para llegar al fantástico castillo de Fredericksborg.

Este castillo que pasa desapercibido entre los turistas que van a Copenhague. Es de lo mejor de Dinarmarca, es de estilo renacentista y mostraba la grandiosidad de la monarquía danesa.

Llegando desde la estación hay que cruzar el pueblo, a lo lejos se ve el castillo. Los maravillosos jardines son para pasearlos con tranquilidad...porque hay una cantidad de flores, fuentes...es realmente preciosas.

A la vuelta vimos la sirenita de Copenhague. Menuda decepción, además que esta a las afueras de la ciudad, está en medio del puerto industrial y es un patata. No pasa nada si no lo veis. De ahí nos bajamos paseando hasta la ciudadela.

Tras recoger nuestra mochila nos fuimos andando hacia la estación de tren dirección a Malmo. Donde se cruza el estrecho primero por un túnel de varios km bajo el mar y luego sale a la superficie a través de una isla artificial y termina en un gigantesco puente que llega a Malmo.

En esta ciudad estábamos solo una hora. Vomo no teníamos moneda del país ni nada decidimos quedarnos en la estación. Al atardecer cogimos uno de los trayectos de tren más curioso de Europa. Desde Malmo que esta ya en Suecia tomas el tren y este se mete en un barco con vías...y al amanecer llegas a la costa norte de Alemania donde sigue su viaje hasta Berlin. En el barco te dejan subir a la cubierta, desde donde vimos el atardecer del báltico. Por la mañana llegamos a Berlin con un poco de sueño.

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http://viajedemochila.blogspot.com/2008/08/dia-9-travesia-por-el-baltico-y-llegada.html